lunes, 27 de octubre de 2014

Efectos secundarios de la quimioterapia (parte II)

En la entrada anterior hemos visto como la quimioterapia produce diferentes efectos secundarios en cuanto al aparato digestivo, así que en este apartado hablaremos de la afectación a la médula ósea y a las células sanuíneas.

La médula ósea se encuentra en el interior de los huesos y es la que produce las células sanguíneas como los glóbulos rojos o eritrocitos, los leucocitos o glóbulos blancos y las plaquetas o trombocitos. Estas células se crean de forma muy rápida y por eso la quimioterapia les afecta más produciendo un descenso de la cantidad de estas células en la sangre. 

Todos sabemos que una menor cantidad de glóbulos rojos de la debida es lo que se conoce como anemia y que tiene como consecuencia que no se transporta todo el oxígeno que se debería. Las personas con anemia suelen mostrar debilidad, cansancio, a veces falta de aire con pequeños esfuerzos, palpitaciones (corazón latiendo más rápido), mareos, palidez... Por eso como tratamiento a veces se producen transfusiones de sangre o de eritropoyetinas para disminuir esa anemia.


Como comentamos anteriormente también disminuye la cantidad de glóbulos blancos o leucocitos, los cuales se encargan de defender de microorganismos patógenos. Al disminuir el número de éstos vemos como tenemos más posibilidades de tener una infección debido a la inmunosupresión. Cuando un paciente de cáncer se encuentra inmunodeprimido el oncólogo retrasara o disminuirá la quimioterapia hasta recuperar la normalidad. También se puede corregir con la administración de fármacos de factores estimulantes de colonias. 


Por último, las plaquetas también disminuyen, haciendo que como son las encargadas de la coagulación de la sangre, aumente el riesgo de hemorragia incluso con un traumatismo leve, de ahí a veces la aparición de hematomas frecuentes. 






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