martes, 21 de octubre de 2014

LA TERAPIA DEL CÁNCER DE PULMÓN BUSCA SUPRIMIR LA QUIMIOTERAPIA



El objetivo es sencillo, suprimir la quimioterapia o en su defecto lo máximo posible. Los laboratorios y centros de investigación trabajan para intentar conseguir nuevos medicamentos que aumenten la supervivencia y que no sean tan agresivos como lo es la quimioterapia. La quimioterapia, pese a que es un gran tratamiento tiene multitud de efectos secundarios y merman la calidad de vida de los pacientes de un modo u otro, entre los efectos no deseados más habituales se encuentran la falta de apetito, inflamación de la boca, alteración del gusto de los alimentos, náuseas prolongadas, vómitos y diarreas pueden tener un efecto muy negativo importante en la nutrición y en el estado general del paciente, además este tratamiento provoca mucha debilidad y pérdida de peso por lo que los pacientes a menudo se encuentran cansados y fatigados.

Por todo lo que hemos comentado anteriormente, se necesitan nuevas vías de tratamiento enfocadas a suprimir los que utilizamos generalmente y que  son de carácter agresivo con la finalidad de intentar mejorar la calidad de vida. Hoy en día se están avanzando tratamientos basados en la inmunoterapia, estes consisten en crear fármacos que aprovechan las células del propio cuerpo para combatir las células cancerosas. También se están desarrollando fármacos antineoplásicos dirigidos, estes se están estudiando en el cáncer de pulmón, y muchos estudios muestran que comienzan a dar ya mejores resultados que la quimioterapia convencional.

Un ejemplo de fármacos dirigidos es Afatinib, que se usa para tratar algunos tipos de cáncer de pulmón de células no pequeñas que se ha esparcido a los tejidos cercanos o a otras partes del cuerpo. Afatinib pertenece a una clase de medicamentos llamados inhibidores de las quinasas. Funciona al bloquear la acción de una sustancia natural que se necesita para ayudar a que las células de cáncer se multipliquen. La Asociación Americana de Oncología Médica (ASCO), declaró que puede estar llamado a sustituir a la quimioterapia en las primeras fases de tratamiento.

Los estudios realizados son muy optimistas y apuntan a que se seguirá mejorando con el paso de los años, además también se demostró que el tratamiento es eficaz y da buenos resultados como tratamiento de segunda línea combinado con quimioterapia.

Lo que se intenta alcanzar con estas nuevas terapias es mejorar la calidad de vida significativamente, además de mejorar enormemente el tiempo sin progresión de la  enfermedad. Finalmente, se concluye que los nuevos antineoplásicos ofrecen menores efectos secundarios y la supervivencia puede duplicarse con los fármacos innovadores.

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